Comenzaron tirando Jokin y el actual campeón de Euskadi Gorostiaga. Tras mantener un emocionante duelo con medias de 5 por bola, una chorra de 8 de Jokin terminó de inclinar la balanza a favor del de Durañona que hizo valer su experiencia aprovechando el fallo de su rival. Al termino de las 40 bolas el resultado fue 195 vs 200 a favor de Gorostiaga (a 4,88 y 5 por bola).
La barrera puesta por Gorostiaga podía ser a priori suficiente para llevarse el gran premio, pero la última pareja Alex y calabozo ya había demostrado que cualquiera de los dos era capaz de lograr promedios de 5 por bola. Mientras Alex lograba superar de 10 bolas la barrera de los 50, Kike se descolgaba de manera preocupante con unos paupérrimos 41 bolos de 10 bolas y sin dar sensación de poder mejorar. La situación se agravó aun más cuando tras lanzar una de las bolas el jugador se llevo las manos a la parte trasera del muslo derecho, el que ya le diera problemas en este mismo carrejo años atrás. Tras una breve consulta con el equipo de Urioste, decidió continuar. Nunca una decisión fue más acertada. Kike comenzó a realizar tiradas de 12, 13 y hasta 14 bolos logrando por momentos promedios por encima de 6, ritmo que mantuvo hasta el final, logrando los 215 bolos que le dieron la victoria.
Alex se quedó a 5 de Gorostiaga por lo que tuvo que desempatar por el tercer puesto con Jokin. Este último, mas fresco logró doblegarle en las dos bolas de desempate.
Destacar el buen trabajo del armador Remi (El Regato), que logró colocar a dos de los suyos en la final.
Con esta victoria, Kike y su armador Aitor Zamarripa han conseguido llevarse los dos grandes premios de la temporada, a la espera de que los trabajos de recuperación le permitan a Calabozo llegar en condiciones a la final del 11-12 de septiembre en Urioste.
ROBERTO RUIZ: ALGO MÁS QUE ENERGÍA POSITIVA
La historia de los bolos está llena de pequeños detalles que han alterado el resultado de un partido. A veces son caprichos del destino como aquel bolo en la final de Euskadi hace más de 25 años, que tras rebotar contra el muro y volver le paró un bolo a Tintxu Allende, lo que le supuso perder la txapela frente a Fede Besga por un sólo bolo. Otras veces en cambio, hay una explicación más racional como la ocurrida el sábado en la final del Nene.
Kalabozo llevaba 41 bolos de 10 bolas y no terminaba de encontrarse cómodo. Además, se había resentido de la lesión en su pierna derecha por lo que todo indicaba que no lograría la victoria. De pronto, en medio del silencio del Karrejo se empezó a escuchar un golpeteo metálico que obligó a todos los asistentes a mirar con curiosidad qué era lo que pasaba. Roberto Ruiz, todavía con muletas tras la intervención de rodilla intentaba acceder al terreno de juego arriesgándose a sufrir una grave caída, y sin otro objetivo que el de estar cerca de su amigo Kike para poder aconsejarle y animarle. Una vez en la zona próxima al tire comenzó a dar instrucciones tanto al tirador como al armador uriostarra Aitor Zamarripa. Su llegada fue providencial. Tras asesorar en la manera en la que debía lanzar y pedirle a Zamarripa que subiera la armada varios dedos, la cosa cambió radicalmente. Kalabozo entró de lleno en el partido y con promedios cercanos a 6 por bola logró finalmente la victoria.
Ese día Roberto Ruiz no lanzó, ni armó ni limpió la bola. Pero los que allí estuvimos sabemos que sin él en el karrejo otro gallo muy distinto habría cantado.
Kalabozo y su armador Zamarripa:

Gorostiaga recogiendo el segundo premio

Jokin, uno de los bolaris más en forma este final de temporada quedó tercero


Alex tuvo que conformarse con el 4ºpuesto a pesar de rozar 4,90 de promedio

Remi recogiendo el premio de armador:

Roberto Ruiz posa sonriente

Buen ambiente en El Regato:




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