La historia de los bolos está
llena de remontadas, bolas finales que valen campeonatos, fallos que suponen
perder txapelas…momentos épicos a fin de cuentas con los que los bolaris
deleitan al aficionado. La final de Euskadi de este año nos ha vuelto a contar
una batalla llena de emoción, pundonor y
orgullo. Si bien siempre tiene que haber un vencedor y un vencido, en esta
ocasión el vencido a nuestros ojos también es vencedor.
El partido a 300 bolos,exigía una
preparación física extraordinaria ya después de haber visto en semifinales que
no se iba a lanzar a 5 por bola se antojaba necesario lanzar más de 64 bolas y
ahí empezaban las dudas en cuanto a la resistencia de los finalistas, sobre
todo de Gorostiaga, ya que la juventud de Lores parecía que podía ser un factor
determinante.
La grada se llenó de caras
conocidas del mundo del bolo a katxete como Cantalapiedrá, Tintxu Allende,
Loren Zamarripa, Jose Luis Santurtún o Leiba. Tampoco FedeBesga, posiblemente
uno de los 4 bolaris más grandes de la historia quiso perderse esta cita que a
buen seguro iba a cumplir las expectativas generadas. Deportistas de otras
modalidades como Alberto Estefanía, embajador del baloncesto en Portugalete o
los waterpolistas Iñigo Guisasola y Josu San Sebastian hicieron un hueco en su
agenda para disfrutar del encuentro.
En la piedra Javi Gorostiaga de
Durañona, 8 txapelas de campeón junto con su armador Jesús Diez y Javi Lores
del Regato, 2 txapelas y su armador Remi Torres.
Viendo el estado de forma de
Lores, el equipo de Durañona seguro que tenía preparada una estrategia de sacar
ventaja al principio para forzar al rival y luego aguantar la ventaja, pero los
planes no siempre salen como están dibujados en el papel, y así, Lores fue
quien salió a por todas. Sin apenas darnos cuenta, con promedios cercanos a 5
por bola Lores llegó a mediados del partido a sacarle 12 bolos a Gorostiaga. El
público que veía que alcanzadas las primeras 40 bolas era el bolari local quien
llevaba una ventaja de dos buenas bolas, y que se estaba llegando a la parte
del partido con mayor exigencia física, las apuestas se inclinaron de manera
descarada a favor de Lores, pero de nuevo la lógica no se cumplió.
Gorostiaga comenzó a presionar a
Lores con tiradas de 12, a las que supo responder el del Regato una y otra vez.
Pero el de Durañona seguía metiendo bolas de 7 y de 6 que poco a poco hicieron
que la cómoda ventaja durante todo el partido llegara a sólo 3 bolos a falta de
50 bolos. Pocas veces habíamos visto un ataque tan feroz y constante en la
última parte de un partido y pocas veces habíamos visto una defensa tan fuerte
ante tanta presión. Ambos bolaris llegaban pues a las últimas bolas para
jugarse la txapela.
Fue entonces cuando Gorostiaga a
falta de 6 bolas tuvo una mala tirada que supo aprovechar Lores y poner una
distancia que ya parecía insalvable, pero no para el de Durañona que con dos
espectaculares bolas fue el primero en alcanzar los 300 obligando así a Lores a
lanzar 5 bolos de 2 bolas. Con la primera bola de 5 igualó el choque, y con su
última bola de 6, a la cintura, como hay que pegar a los bolos se llevó su
tercera txapela (las 3 en el Regato), igualando en número de campeonatos de
Euskadi a su paisano Tintxu Allende y a Ino Zamarripa de Urioste.
EN DOS SEMANAS EN URIOSTE SE
PODRÁ VER OTRO MAGNÍFICO DUELO, “EL DESAFÍO AL CAMPEÓN”, EN EL QUE LORES TENDRÁ
QUE ACEPTAR EL RETO DE OTRO BOLARI. ¿SERÁ EL PROPIO GOROSTIAGA?
Nota: en breve colgaremos el
resultado íntegro de la final